martes, 1 de mayo de 2012

Bláster sónico Geonosiano



Los Geonosianos, alienígenas con aspecto de insectos, con su dura coraza y débiles alas, eran unos fabricantes de armas muy peculiares. Los Geonosianos vivían en el planeta-desierto de Geonosis, en el borde exterior. Allí, los ingenieros Geonosianos, aislados de cualquier civilización inteligente, aprendieron a fabricar sus propias armas, y desarrollaron una nueva fuente de energía alternativa al láser: las ondas sónicas. Los bláster sónicos eran unos blasters con una apariencia un poco extraña, imposibles de coger para cualquier ser no-geonosiano. Estos blásters generaban una onda de ultrasonidos de muy alta frecuencia y la envolvía con una capa de plasma, que le daba la apariencia de una bola verde. Cuando se disparaba, hacía un ruido diferente al de un bláster láser, claro está, y cuando tocaba a un enemigo, los ultrasonidos de alta frecuencia eran liberados y los órganos interiores de el enemigo alcanzado explotaban, provocándole una hemorragia interna muy sería, y solía morir inmediatamente. Los Geonosianos usaban una armadura hecha con un mineral especial que hacía que los blásters no fueran mortales para ellos.


Pero los ingenieros Geonosianos no se contentaron con llegar a esta arma, y decidieron hacerla a una mayor escala, daba su efectividad en pequeño, y crearon un cañón mortal, el cañón sónico LR1K, capaz de destruir naves espaciales.

Durante la Guerra civil Galáctica, la tecnología de cañones sónicos sería reciclada por el Imperio y los rebeldes para crear poderosas defensas.